viernes, abril 07, 2006

Bonobos

Revista el Ajo Invierno 2004/2005 Núm. 1

Hace unos tres millones de años un grupo de rebeldes vivía al sur del actual río Congo. Se trataba de un tipo de primate muy parecido al que conocemos como chimpancé. Este puñado de héroes, no sabemos aún el motivo, decidió separarse del comportamiento habitual y mutar en una nueva especie. Frente al Pan troglodytes (chimpancé), ellos se constituyeron de forma autónoma en Pan paniscus o Bonobo.
En los siguientes millones de años, nuestra comunidad disidente mostró poco interés por el desarrollo de la creación. La felicidad, es cierto, es poco estimulante para la industria, la ciencia y la avaricia. Es muy probable que los bonobos tampoco considerasen significativo que una mutación suya llamada Homo (el bonobo es el ser genéticamente más parecido al hombre) abandonase el edén en busca de nuevas fronteras.
Tiempo después, ese primo apareció denuevo por el sur del río. Ahora era blanco, tenía la nariz afilada y vestía de caqui. Era un tipo altivo, chulo y violento, sin embargo, el bonobo decidió actuar y ayudarle a encontrar el buen camino.
Berlín 1929, el crack bursátil rompe el espejo verde de la felicidad. La ciudad convierte su permisividad en una extravagante decadencia. No podía ser ni en otro sitio ni en otro tiempo que Ernst Schwartz, cuidador de los chimpancés del Zoo de Berlín, hiciese el descubrimiento. El comportamiento de los chimpancés pigmeos era sumamente extraño; se organizaban en matriarcado, sus machos nunca se agredían entre ellos, follaban cara a cara, mirándose a los ojos y, algo insólito, se besaban.
A Hitler no le interesaron los bonobos y encontró alivio en los gorilas, fuertes, machos y estúpidos como referente para el próximo salto evolutivo.
Llegamos a 1970. Una expedición de japoneses se interna por primera vez en territorio bonobo. Hacía pocos años que había acabado la más larga y extraña guerra entre chimpancés que recuerda la historia y que mantuvo enzarzados desde 1930 a cientos de tribus dejando miles de monos muertos. Ningún bonobo, por supuesto participó nunca de esa carnicería extrañamente paralela a las muchas que el Homo mantuviera en ese mismo tiempo: la Guerra Civil española, la Segunda Guerra Mundial, Corea, el GULAG y Vietnam. Una vez más, el bonobo venía a iluminar el camino de su primo. Los japoneses descubrieron que si el chimpancé es territorial, el bonobo era nómada, si el chimpancé era caníbal, el bonobo vegetariano, si uno androcéntrico, el otro matriarcal, si el uno violento, el otro absolutamente pacífico, si el primero temía el agua, el bonobo cruzaba los ríos erguido, bípedo, sin miedo. Los setenta serían pues, una década bonoba.
Pero, ¿cuál era el arma, la clave para crear una sociedad sin guerras ni violencia, donde la comida se reparte por igual y donde hasta grupos de 400 individuos se reúnen con tribus desconocidas para aullar y compartir alimentos juntos? Pues el sexo.
La actividad sexual de la hembra bonobo es diez veces superior a la del chimpancé y casi mil a la del gorila. Junto con el humano, es el único primate en celo permanente. La líbido no reprimida y constante de la hembra obliga al macho que desee perpetuarse a no perder estúpidamente el tiempo en peleas. La hembra mantiene a su vez intensas y frecuentísimas relaciones lésbicas para sellar alianzas. El sexo relaja tensiones. Si dos machos buscan bronca, pronto aparecen sendas hembras que les hacen olvidar sus ganas de pelea. Entre machos, una paja o una mamada es la forma frecuente de sellar acuerdos y retomar amistades. “Los dos contrincantes se paran frente a frente y gritan como locos durante un buen rato. Luego, uno de ellos le hace una señal al otro para que se acerque. Inmediatamente se tocan y se abrazan, refriegan sus genitales en señal de amistad y se dedican tranquilamente a juntar comida.” Escribía Frans de Waal, pionero en el estudio de los bonobos y autor de La política de los chimpancés. Las crías se inician en el sexo con adultos desde la más tierna infancia, neutralizando la pedofilia a través de su ejercicio en familia. Se trata de un juego divertido, aleccionador, socializante. Quizá por ello el pene del bonobo supere el tamaño de la media humana: la función hace la forma...

Por eso pensamos
-Que ahora más que nunca es necesario que el bonobo y su cultura vuelvan en nuestra ayuda en estos tiempos en que estamos bajo la tiranía de los chimpancés.
-Que nadie se equivoque, la genética lo ha dicho. Nosotros descendemos del amor y no de la guerra. Del gentil bonobo y no del violento, machista, caníbal, propietario y rentista chimpancé.
-Que en nuestra naturaleza está el tránsito, no la emigración. Nacimos para vadear ríos no para abrevar asustados en sus orillas.
-Que fue en los primeros tiempos cuando las diosas putas y fértiles regían el mundo, cuando el bonobismo no se había perdido en la avaricia de los machos alfa, cuando existió realmente la Edad de Oro de la que todas las culturas han hablado.
-Que el bonobo no acumula, el bonobo reparte, el bonobo se entrega, es la negación de la tesis de Freud, que sostiene que el principio del placer que mueve a todo ser, debe ser atemperado por el principio de realidad dedicado a salvar el yo, el individuo.
-Que el chimpancé es territorio y el bonobo tan solo tiempo. El bonobo nunca es yo, es siempre ahora.

Por eso exigimos
-Que la ciencia académica y reaccionaria rectifique sus chimapancescas teorías inmediatamente. El hombre no se puso en pie para ver mejor a sus presas en la sabana: lo hizo para pasear en busca de congéneres sin que le entrase agua en la nariz.
-Que se otorgue estatus de embajador especial de la ONU a los 106 bonobos que están retenidos en los zoos humanos y se les invite a colegios y consejos de administración para que adiestren al humano (el bonobo tiene un complejo idioma propio, pero es capaz de reconocer más de 400 pictogramas).
-La abolición del clan patriarcal como desviación aberrante de nuestra naturaleza.
-Que la promiscuidad sexual sea la vanguardia de las demás mezclas y mestizajes. Sabemos que la promiscuidad disuelve la propiedad, raíz de toda lucha e injusticiaa, iguala a los individuos y atempera las ambiciones.
-Que se despenalice cualquier tipo de relación sexual y pase a considerarse el sexo, y no el contrato, como la fundamental de las relaciones entre seres civilizados.
-La mujer debe ser inducida a su libre sexualidad desde su nacimiento, es la mediadora natural en los conflictos entre los hombres. Queremos que vuelvan nuestras diosas-putas-madres a gobernar a los machos.

Este número ha sido concebido a partir de un taller creativo en Girona por José Ribas, Toni Puig, Javier Esteban, Aurora Arenas, Juan Antonio Álvarez, Merce Moragas, Alejandro de la Rica y Conxita Flores.

Editan José Ribas, Toni Puig y Javier Esteban.

Edita AjoBlanco Editorial Multimedia SLBalmes, 166 bajos int 08008 Barcelona

2 comentarios:

Anónimo dijo...

gran articulo! Desde que descubrí a estos animales, les tengo especial cariño por encima de otros. En fin, que nos quedan muchas cosas por aprender de estos seres.

Anónimo dijo...

[B]NZBsRus.com[/B]
Skip Crawling Downloads Using NZB Downloads You Can Rapidly Search Movies, PC Games, Music, Applications & Download Them at Accelerated Rates

[URL=http://www.nzbsrus.com][B]Usenet Search[/B][/URL]